¡Aquí estoy! Me grité a mí misma por dentro
donde el vacío es alto, pero la voz no resuena
tal vez sea que las almas en pena tienen por voz al silencio
¡Pero estoy viva! Pienso y repienso.
Estoy viva y te estoy sobreviviendo lento
porque en tu alma vivaracha que tantas veces me asiló
también te convertiste en un lugar imposible de vivir
y te sobrevivo como sobreviven las aves al mal sentir
Estuve con la avecilla sin madre que cayó del nido
dándole mi mejor calor, mostrándole la noche y sus ruidos
presentándole a la lluvia para que no tema en soledad
así estoy contigo mi más amado natural desastre.
Pararte frente a ti con una fuerza casi inventada
te enseña a defenderte del desamor gigante, enamorada
sobrevivir cuando la tierra te desprecia y llegas al subsuelo de tu vida
esa es la maestra que cabe en mi mano, que vuela y que olvida.
En tu dolor nací, crecí, te conocí, me construí
en ese lugar volador y hostil, donde las aves te hacen feliz
en tus ritmos mi infancia se pintó del color de la tristeza
en una chicha profunda mi raíz se empapó de nostalgia eterna.
Sobrevivo en esa tierra que algún día será mi piel
porque cuando tu nombre suena, suena el mío también
por todas las veces que te dije adiós y volví a tu pecho
porque no puedes abandonar a un ave que grita en silencio.