Carta:
Sueles ser más de lo que parece ser. Me haces sonreír lentamente, haces que parezca ser dueña de un mundo bueno. Apareces callado, pero más presente que yo… de vez en cuando. Y no te has burlado cuando me quedo mirando la nada de noche, mientras me hablas junto a la ventana, junto al nuevo ventanal que me ha hipnotizado con sus luces y su neblina. Nos ha atrapado como insectos en el mejor faro. Y me has atrapado cuando me miras en primer plano y dejas de ver la serie por unos segundos para decir que parezco el cine.
Y te he parecido rara cuando te miro frente a frente, como apunto de iniciar una conversación, y cuando ya tengo tus ojos en mí me quedo callada. Pero continúo mirándote todo y todos esos ojos. Me has dejado hacerlo sin ahuyentarme. Te adoro por eso. Siento que me he vuelto un poco mala, porque ahora deseo quitarte la tranquilidad. Así como tú me la quitas. ¿Me acostumbraré?