CUARENTENA – DÍA 1

Día 1: Encontré vino. Espera. Sí. Salí a comprar. Mal de mi parte, pero también necesitaba una escoba y verduras, bueno no muy mal de mi parte. La gente está en la calle comprando cosas. Odio a las personas que se acercan, me molestan, me incomodan, nadie sabe lo que es el espacio vital. Nadie respeta el espacio. Son 50 cms a tu alrededor. Un radio de 50 centímetros solo para ti.
Cuando termine la cuarentena haremos talleres gratuitos para explicar el concepto tan VITAL del espacio VITAL  de cada persona. [Claro, lo repetí a drede].
En algún tiempo futuro o en alguna otra dimensión la gente de seguro explota en mil pedazos cuando alguien ingresa más de 20 cms. en su espacio vital. Debe ser una forma de asesinar gente. De seguro pensarían en trajes especiales para evitar los asesinatos tan fáciles. Y de seguro solo lo comprarían los que tienen dinero, el resto moriría si se cruza con el enemigo.
Aunque el enemigo también moriría al matarte. Pero eso no es problema para muchos, cuando el odio le llega a lo más profundo y enfermizo de su ser. Pienso todo esto mientras tomo la segunda copa de vino, con las luces apagadas, pero los postes de la calle ingresan a mi habitación, cual reflectores apuntándome y preguntando qué estoy haciendo? por qué no duermo, por qué estaba pensando en M hace 5 minutos, etc.
Día 2: Abrí los ojos a las 8 exacto. Lo juro que eran las 8 con cero y cero segundos. Pensé que era extraño que sea tan temprano puesto que tomé 2 copas de vino y no pude dormir hasta las 2 am. El aislamiento forzado es muy parecido a mi tiempo libre, pero no se siente tan bien ahora mismo.  Odio pensar en algunas personas, odio imaginar mil escenarios.
Abro los ojos, veo la hora y mis oídos me dicen que las pistas están mojadas, los autos pasan sobre una capa líquida y el sol la hace brillar, lo puedo oír, el agua no es tan turbia, no es espesa, no son aguas servidas. ¿Es lluvia? no lo sentí anoche, acaso estaba tan ebria con esas 2 copas de vino? No, definitivamente no llovió ayer, la atmósfera no se siente como si hubiera llovido, debe ser una tubería rota. Salí desde mi balcón, las calles están inundadas. En la esquina se formó un río que nadie puede cruzar. El sol brilla un poco.
Tengo una call work. Debo hacer sentadillas. Un cliente me estresa, me estresa demasiado, siento que no tiene la menor empatía. Siento que estoy enferma, de algo grave y aún no sé de qué. Realmente no soy fuerte, tengo algo adentro. Algo malo. Mis padres son más fuertes que yo. Sus exámenes de sangre están ok en todo.
Yo pronto moriré de alguna enfermedad que nadie pensó que tenía. Cuando esté en un hospital lleno de gente alrededor que nunca respetó su cuerpo, me decepcionaré de nuevo de mí, por haber terminado ahí por un descuido. De seguro algún descuido estúpido. Y estaré más de acuerdo en morir.
Publiqué unos tips en linkedin respecto al aislamiento. Debí ser más honesta y poner que me volvió el insomnio, que estoy bebiendo para sobrevivir, que me duele la espalda horrores y que de nuevo tengo una alergia en las peores partes complicadas.

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