Noches de enviciarse el uno con el otro
de mirarse, de tocarse hasta saberse de memoria
noches extremas en que el mundo afuera de la ventana era un adorno solamente
y no importaba más si desaparecía antes del amanecer
yo estaba ahí y pude verlo por completo
vi una noche rendirse en medio de él y yo
con mis propios ojos
privilegio del universo
que me dejó ser su universo en tantos momentos
por eso no me canso de este canción
la puedo repetir miles de veces
por cada centímetro en que nos encontramos.