CANZONE PER TE

Lyla prepara su baño caliente. Es el primero de este invierno, normalmente estuvo soportando el agua fría directa de la ducha, la disfrutaba en verano y también en el cambio de estación… el agua caía muy bien repartida, primero por el cuello, espalda, y al llegar a los muslos la línea de agua ya estaba tibia por aquel recorrido.

Pero esta vez, puso una buena cantidad de agua a calentar. Trae cerca el shampoo y el jabón, la esponja, las toallas. Lyla soporta el agua muy caliente… le gusta eso. Hay una contradicción entre lo friolenta que es, y el calor que sale del medio de su cuerpo, aunque es el mismo cuerpo el que sigue siendo vulnerable en cualquier estación. Lleva dentro un calor inmenso, pero también necesita que otro calor la rodee y la abrace.

Trae el celular cerca y pone esta canción de Sergio Endrigo. Un italiano cantante de los 70’s. Mientras piensa en el agua caliente se siente tan bien que se hunde en más pensamientos. Siente que se purifica hasta el alma con aquel calor que se eleva como un fantasma sobre la tina y forma una nube vaporosa sobre su cuerpo. De pronto parecen brillar las marcas del último bronceado. Es extraño esto – piensa Lyla. Han pasado ya varios meses desde la playa, pero la piel a veces te dice cosas.

Le da play a esta canción y mientras se oye el intro, su boca recuerda el sabor del vino y en ese momento desea muchas cosas. Pero desea una sola cosa en primer lugar: Lyla quisiera volver con la música, ¿a dónde? a donde la música diga, es que la música te lleva… lejos y al punto exacto a donde quieres ir. Ni un centímetro más.

Esta canción tenía todo lo que ella deseaba, tenía el lugar exacto en coordenadas, la temperatura exacta, el sabor a vino, el vino preciso sin dulzor empalagoso, todos los sonidos de esta canción eran suficientes y sería capaz de tatuar cada fonograma en su cuerpo, traducido en líneas zigzageeantes, mejor aún, se llenaría de tatuajes que traducen sonidos con tinta, para sentir o creer que la canción vibra en su piel, con su piel y con su sangre. Es que los recuerdos de Lyla se apoderan de todo, como los tatuajes de la piel que los lleva.

Lyla está apunto de completar otra vuelta al sol y quiere celebrarlo con vino para calentar su piel desde adentro y con baños calientes para la piel desde afuera. Está preparando todo para un momento exacto que no se sabe si ocurrirá.

Una vuelta al sol más.

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