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Estas son preguntas que no paro de repetirme porque no comprendo cómo se puede ser tan injusto, tan indolente e indiferente ante tales grados de violencia.

No se pueden imaginar la impotencia gigante que sentimos las mujeres en este momento. No tienen ni la más mínima idea.

Esto no es un caso aislado, no es la primera vez, no han sido pocas veces, y lo peor es que seguirá pasando. ¿Hasta cuándo culpar a la víctima? Gritamos, pero las autoridades, la justicia, la sociedad y probablemente más de la mitad de este país continúa queriendo aplastar nuestra voz.

No importa la situación, la ropa, el alcohol, la edad, el lugar, siempre encontrarán algo para culparnos, culpan a las mujeres por ser violadas, asesinadas, abusadas, agredidas, golpeadas, despedazadas, a las niñas por ser violadas, solo cuando la edad es muy corta y no pueden culpar a una bebé, eligen a una mujer cercana para también culparla. La madre, la hermana, la tía… Estoy harta de esto.

Tengo rabia acumulada por tanta injusticia. Por una vida llena de machismo con el que hemos tenido que convivir desde niñas, todo totalmente normalizado y tolerado para sobrevivir y nada más que sobrevivir. ¿Qué vida es esta?

Escribo este tipo de cosas una vez más, devastada porque los casos que no paran. No tenemos libertad, nos la quitan.

Y una vez más, esperamos que la justicia llegué, incluso en medio de este sistema patriarcal. El dolor es fuerte, pero estamos cada vez más juntas. Esto tiene que parar.

Desde aquí yo le digo a la denunciante: #YoTeCreoHermana  Estaremos aquí para apoyarte, abrazarte y defenderte.

#estadomisógino
#justiciamachista
#feminista #feminismo